Texto: Laura Martínez Hortal

Escribí este texto en 2011 y puedo decir que Gansos Salvajes Magazine es fruto de las ideas que expreso en él. Esta revista trata de aunar mi gusto por la belleza y la moda, con conciencia y respeto por la imagen y la inteligencia de las mujeres. Desde el convencimiento de que somos poliédricas, podemos ser femeninas y feministas, fuertes o luchadoras así como vulnerables y sensibles, todo al mismo tiempo. Ahí va:

<<Llevo ya tiempo sumida en el discernimiento acerca de qué significa ser bella, qué es la belleza femenina, qué es la feminidad desde el punto de vista de la imagen, qué significa arreglarse y hasta que punto es algo propio del ser mujer. Voy a tratar de poner orden a mis ideas en este post.

Para empezar por el principio veamos que dice la Rae. Me parece importante tomar conciencia de las palabras que repetimos sin conciencia porque las palabras crean realidades. Los significados de la palabra arreglar hablan por si mismos:

arreglar:

  1. tr. Reducir o sujetar a regla; ajustar, conformar. U. t. c. prnl.
  2. tr. Componer, ordenar, concertar.
  3. tr. Acicalar, engalanar. U. t. c. prnl.
  4. tr. coloq. U. en futuro para expresar amenaza. Ya te arreglaré yo.
  5. tr. Mar. Determinar el estado absoluto y el movimiento de los cronómetros.

belleza (de bello):

  1. f. Propiedad de las cosas que hace amarlas, infundiendo en nosotros deleite espiritual. Esta propiedad existe en la naturaleza y en las obras literarias y artísticas.
  2. f. Mujer notable por su hermosura.

Recuerdo la definición que nos dio la profesora de Teoría de la Imagen cuando estudiaba Diseño: «Bello es todo aquello susceptible de ser amado». Yo creo que todo en este mundo es susceptible de ser amado, sólo depende del amante. Ahora me viene a la memoria un recuerdo de infancia: tenía una perra que yo consideraba el ser más bello y precioso sobre la faz de la Tierra y en cambio muchísima gente decía, vaya perro más feo!! Yo no lo podía entender y con el tiempo llegué a una importante conclusión: «la percepción de la belleza es cuestión de sensibilidad», y cada cual tiene la suya.

Entonces, el amor y la belleza están íntimamente relacionados. Si yo me amo, seré amada. Si estoy llena de amor seré bella. Si me amo, o sea, me cuido, me respeto, atiendo mis necesidades y deseos, soy bella.

Empiezo a entender: en mi infancia y juventud no fui etiquetada precisamente como guapa, así que sólo puedo achacarlo a que no me amaba. Sé que fui amada por mis padres y mi familia, pero era un amor dentro de un marco neurótico y lleno de desconocimiento sobre lo que es y lo que necesita una niña con mi sensibilidad. Así que si dentro de mí había rechazo, confusión, desconsuelo o desamparo debía notarse en mi cara. Y, por la ley de la atracción, venía a mi vida más de lo que había dentro de mi.

Decía Abraham Lincoln: “Después de los cuarenta, cada hombre es responsable de su cara.” Así que mi cara ya casi es total responsabilidad mía y mi belleza depende de mi amor hacia mi misma.

Hace poco que conocí a un Top Model de 19 años llamado Andrej Pejic. Al que podemos ver en las fotos. Me he puesto ha pensar en cómo ha evolucionado el canon de belleza. Las diosas que representaba el arte prepatriarcal poseían atributos femeninos exuberantes. Se valoraban las caderas anchas, el vientre curvo y el pecho grande y colgante. Ahora se valora la falta de estos atributos femeninos y maternales. Los canones evolucionan y, con ellos, los gustos.

Es importante observar que esta evolución ha sucedido porque los que dictan los canones de belleza también han cambiado. Hoy día son las grandes corporaciones de la industria de la moda, la cirujía y la cosmética, con la motivación de aumentar sus beneficios económicos. Imagino que antes debieron ser l@s sabi@s de la aldea que, con la motivación de preservar la especie, hicieron vital proteger y valorar la maternidad. Como soy optimista pienso que seguro que teníamos que aprender algo en estos años de desconexión con nuestra naturaleza. Pero ahora creo que empezamos a estar listos para el siguiente paso evolutivo.

Me parece maquiavélico que suban a la pasarela a este chico y lo emitan a través de todos los medios de comunicación para mandar este mensaje a nuestros inconscientes (especialmente a los de niñas y adolescentes): «debéis alcanzar esta imagen» y, aunque se reconoce abiertamente que es imposible (porque es un hombre), sólo con productos de consumo podemos acercarnos. Analizando algunas fotos de este «Modelo» lo que veo es que sus atributos femeninos son: pelo rubio de bote, cara super maquillada, zapatos de tacón, pose de «busco sexo / niña asustada e inocente», ni rastro de bello en ninguna parte de su cuerpo y el uso de los complementos de moda. Tomad nota chicas, todo esto es lo que se necesita para ser una mujer hoy día. En realidad se necesita dinero, tiempo, dedicación y sacrificio.

La belleza nos inspira, nos conecta con la verdad, con lo invisible, con el deleite, con la inspiración, con la abundancia, con el placer… Por eso no es desdeñable la búsqueda de la belleza. Pero la propuesta de belleza que se nos ofrece provoca sufrimiento, insatisfacción y malestar a muchas mujeres.

También existe las otra cara de la belleza. Contaba A. Jodorowsky en su libro «La danza de la realidad»: <<Y así es la belleza. El arma más terrible. Culebra que distrae al enemigo>> Explica que su maestro de artes marciales usaba posturas y llaves tan sumamente sublimes y bellas que distraían al contrincante para poder atacar cuando, por deleitarse, bajaba la guardia.

Estas son las dos caras de la belleza. Es magnífico expresarse creativamente a través del cuerpo; considero artistas a maquilladores/as, diseñadoras/es, escenógrafos, directores de arte, grafistas y fotógrafos/as pero, cuando están al servicio de una industria dañina para la sociedad, debemos abrir bien los ojos, discernir entre lo superfluo y lo esencial, lo que nos libera y lo que nos esclaviza…

El otro día leía que las mujeres solemos gastar más de la mitad del sueldo en nuestra imagen (moda, peluquería, tratamientos estéticos, maquillajes…). En este punto creo que es donde estamos confundidas; hay una sutil diferencia entre cuidarse, quererse a una misma, dedicarse tiempo, cultivar la belleza, la salud, expresar tu creatividad a través de tu imagen y gastar más de la mitad de nuestra energía (tiempo y dinero) en hacernos dignas. Nos esforzarnos en ser quienes no somos, disfrazarnos por la creencia de que así valemos más y hacer lo indecible por parecernos a no se qué chico o chica de 15 años totalmente retocado con photoshop. Amén de todo lo que descuidamos (disfrute personal, famíla, hogar, salud…) corriendo en busca de esta imagen “perfecta”.

En el mundo de la publicidad (que he conocido bastante a fondo) se sabe que el blanco de la mayor parte de los mensajes publicitarios son las mujeres; el 80% de las decisiones de compra son tomadas por mujeres. Es evidente que la inseguridad acumulada de tantos años de represión se traduce en más necesidad de llenarse con bienes de consumo para aumentar la autoestima y dignidad (exceptuando cada vez más honrosas excepciones)

Lo que espero que suceda en breve es que TODAS las mujeres seamos capaces de abrir los ojos a la manipulación. Tenemos el PODER para cambiar el mundo a mejor, únicamente con nuestras decisiones de compra. El sistema capitalista-mordaz-patriarcal puede mutar si decidimos poner nuestro dinero y esfuerzo en empresas más ecológicas, justas, sostenibles y constructivas; si decidimos buscar la belleza de la mano de la salud, la conciencia, el amor por nosotras mismas y la dignidad.

Propongo recuperar nuestro poder haciendo la gran revolución en nuestra casa y en nuestro cuerpo. Propongo usar nuestro cuerpo como el primer y más poderoso motor para transformar la parte de la realidad que nos hace daño. Aquí van unas propuestas:

  1. Podemos estar preciosas y bien peinadas con canas y con un corte bonito, sin necesidad de intoxicar nuestros cuerpos con los amoniacos y demás tóxicos de los tintes. También hay tintes ecológicos. Todavía hay trabajos que te obligan a teñirte el pelo, sería estupendo que fuese opcional.
  2. Podemos usar zapatos bonitos y cómodos. Ocasionalmente podemos usar tacones, pero que estén anatómicamente estudiados para preservar nuestra salud y que podamos andar con ellos.
  3. Podemos comprar moda sostenible, ecológica o de segunda mano que contamina menos el planeta y respeta a las personas. En este blog y en Gansos Salvajes Magazine hay mucha información para inspirarte y ayudarte a cambiar el hábito de vestir fast-fashion que contamina el planeta, explota a las personas, te intoxica y dura poco.
  4. Podemos lavarnos la cara por la mañana con jabones saludables y usar cremas naturales, ecológicas y biológicas para cuidar nuestra piel. Con esto, no sólo evitaremos intoxicarnos, sino que contribuiremos a que el planeta, la naturaleza y los animales sean tratados con respeto. Y nuestra piel estará limpia y podrá respirar, nuestro hígado trabajará mucho menos liberando los derivados del petróleo que entran por la piel a través de los cosméticos.
  5. Podemos ir a trabajar sin maquillaje y usar el tiempo que usamos en comprarlo, aprender a aplicarlo, aplicárnoslo y retirarlo, en dar un paseo, leer un buen libro, hacer el amor, dormir, hacer deporte, quedar con amigas o descansar….¿Verdad que hay actividades más interesantes? Dejemos el maquillaje para las ocasiones y para divertirnos y expresarnos a través de él mejor que para convertirnos en clones unas de otras. Aquí escribí sobre el tema>> 
  6. Podemos quitarnos el vello por el placer de sentir la suavidad de nuestra piel ocasionalmente. Pero, cuando la depilación es una dolorosa obligación y su ausencia puede ser motivo de exclusión social y laboral, ya no hay placer. Cuando el fin último de desterrar el vello del cuerpo es la purificación y limpieza porque mil mensajes nos han dicho que nuestros cuerpos son sucios e indignos ya no hay libertad de elección. Cuando una mujer en pleno puerperio «decide» dejar a su hijo y usar la única media hora libre que tiene en toda la semana para ir a sentir dolor mientras le arrancan el bello de raíz, se ha perdido el propósito de este acto. Quizá en la próxima generación la depilación sea una opción como la barba en los hombres. Si quieres te la dejas y si no te la afeitas. Si quieres más sobre el tema >>
  7. Podemos reivindicar nuestro derecho a tener vientre. Dejemos de esconder la barriga, liberemos los músculos abdominales y el útero. Es una curva que representa la feminidad tanto como el pecho o las caderas. Te dejo información muy interesante sobre la relación del vientre con la energía vital que manejamos.>>
  8. Podemos estar delgadas y sanas, cada una en su peso perfecto. Es inevitable si nos alimentamos con productos sanos y limpios. Cada cuerpo es único y está equilibrado en un peso, pero es seguro que con buenos hábitos alimenticios y emocionales no habrá obesidad. Si las mujeres nos decidimos a aprender a comer bien, a estar bien nutridas podemos cambiar a la siguiente generación con el embarazo, lactancia y con el ejemplo que damos a nuestr@s hij@s.
  9. Podemos decidir hoy amarnos tal y como somos. Diferentes y únicas.
  10. Podemos amar nuestra edad y respetar nuestro cuerpo con sus ciclos y sus cambios.

Una de las conclusiones más importantes a las que he llegado a través de esta búsqueda es esta: Para encontrar la belleza verdadera hay que dexintoxicarse o, como mínimo, tomar una sana distancia de seguridad de los medios de comunicación, publicidad, moda, revistas convencionales, televisión…

Para acabar este post debo confesar que sigo enfadada y confusa con el tema. Que me jode la moda  pero todavía en ocasiones me seduce y tengo en mi armario ropa que me incomoda y me aprieta <<(en 2011 todavía no conocía la moda sostenible)>> Que todavía, (ya mucho menos), me enamoro y compro zapatos con los que no puedo andar. Que a veces sucumbo y uso cremas con parabenos. Que todavía, a veces no sé distinguir cuando actúo para cuidarme o por falta de autoestima. Que estando en algunos ambientes, me siento descuidada, radical y bicho raro. Así que seguiré con mi búsqueda. Se agradecen vuestros comentarios. ¿Cómo vivís vosotras este tema? ¿Me podéis ayudar? >>

Laura Martínez Hortal, 2011

En 2014, todas estas reflexiones me levaron a crear Gansos Salvajes Magazine, una publicación que respeta la imagen y la inteligencia de las mujeres. Que no nos dice cómo hay que ser ni lo que hay que hacer. Gansos Salvajes aplaude la variedad de cuerpos de mujer, y une belleza, moda y conciencia. Me fascinó la idea de crear una revista para que entre sus páginas nos relajemos y nos sintamos reflejadas, usando los mismos recursos que se usan para crear un canon inalcanzable (buena fotografía, iluminación, ropa bonita y sostenible, buen diseño y mujeres con estilo (sean de la talla que sean) para dar la vuelta a la tortilla, para ensanchar ese canon asfixiante en la medida que podamos.

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