Texto: Antonia Peña
Foto: María Zafra
Se trata de un concepto que, afortunadamente, cada vez suena más en las calles, y que está dejando de ser territorio exclusivo de Snobs, alternativos, o modernos con dinero (con todos mis respetos hacia ellos). Si buscamos el significado de “sostenible” en el diccionario encontramos que se refiere a: algo que está en condiciones de conservarse por sus propias características, sin necesidad de intervención o apoyo externo.
En este sentido, lo que siempre hemos entendido por moda, tiene poco o nada que ver con la sostenibilidad, ya que la propia palabra encierra en sí misma algo de “pasajero”, algo que no durará mucho…pero por suerte, en los últimos años, está creciendo el nivel de conciencia en este terreno y surgen iniciativas como Gansos Salvajes Magazine o nuevas tiendas.
Podemos hablar de ropa, zapatos, o complementos sostenibles en la medida que cumplan todos, o algunos de los siguientes requisitos en su proceso de fabricación y venta:
- Respeto a los derechos humanos y laborales. Sueldos dignos
- No contratación de menores de edad en la fabricación de las prendas
- Uso de materias primas ecológicas y no tóxicas, de fácil reciclado y que aseguren la durabilidad de las prendas
- Respeto por el medio ambiente en los cultivos de la materia prima utilzada
- Mínimo impacto medioambiental en el transporte y embalaje
- Respeto hacia los animales
- Política de venta de comercio justo
Así pues, MODA SOSTENIBLE podía ser toda aquella fabricada sin comprometer los recursos de futuras generaciones, que tuviera como base el respeto por el medio ambiente, y por el trabajo de todas las personas que intervienen en el proceso (podríamos incluir aquí la ropa reciclada, o la de segunda mano).
Cuando ponemos la lupa en los inconvenientes de la llamada “fast fashion” solemos pensar solamente en las pésimas condiciones laborales de las personas que fabrican la ropa, pero pasamos por alto que el sector textil viene generando un impacto medioambiental que parece imparable: tanto los materiales como los colorantes utilizados afectan directamente a nuestra salud y a la de nuestro planeta (contienen productos químicos y metales pesados).
Invito a todos y a todas nuestras lectoras a replantearse cosas como la compra compulsiva de ropa ( sea barata o cara), y, por supuesto, a indagar sobre qué hay debajo de esa “necesidad». Os aseguro que es un ejercicio muy bueno para quien ande en el camino de amarse a sí mismo.
Por último te recomiendo nuestro artículo: Por qué nuestros reportajes de moda son diferentes.
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