Texto: Laura Martínez Hortal
Además del gusto por determinada forma o color existen criterios diversos a la hora de comprar zapatos. Aquí os cuento los criterios que valoro antes de comprar zapatos.
SALUD Y LIBERTAD DE MOVIMIENTO
- Cuando estoy planteándome comprar un zapato me hago una pregunta que nunca falla. ¿Podría correr llevándolos? Si la respuesta es no, no quiero llevar eso. No es que crea que me voy a encontrar en una catástrofe o a cruzar con un león. Podría pasar pero no es lo que espero. Pienso que si mi cuerpo no tiene posibilidad de ejercer sus mecanismos de supervivencia (ataque o huida) aunque no los necesite mi cuerpo va a mandar a mi cerebro el mensaje de que estoy insegura o en peligro. Y no sé si habrá un estudio científico que avale mi teoría pero no creo que pueda tomar las mismas decisiones cuando me siento segura.
- Quiero que los zapatos respeten la forma de mi pie y que mi pie no tenga que forzar una postura para adaptarse al zapato. Es el caso de los zapatos en punta que necesitan forzar la postura de los dedos para que entren ahí. Así que elijo los zapatos de punta ancha.
- Tengo la piel muy sensible así que me gusta que en lugar de cintas rígidas sean gomas lo que sujete mi pie, o cintas con acabados suaves sin picos ni durezas en los bordes.
- Como ya he dicho necesito libertad de movimiento por lo que más de 4 centimetros no puedo soportar llevar. Si compro zapatos de tacón busco que sean estables y que el tacón sea ancho y a ser posible de goma o algún material que amortigüe.
MATERIALES
A la hora de comprar calzado es importante tener en cuenta los materiales de los que está hecho por motivos de salud y medioambientales.
- Si son de piel mirar que sea piel ecológica, lo que significa que la piel no ha sido curtida con cromo ni otros metales que se acumulan en el cuerpo de las personas que curten las pieles y crean enfermedades, también van a parar evitar la contaminación de ríos y mares y evitar el daño a la fauna de los mismos. Y por último y no menos importante para nuestra salud, evitar alergias y tóxicos en nuestra piel.
- Materiales veganos. Son materiales que proporcionan las mismas ventajas que la piel pero su procedencia no es animal. Existen materiales veranos de origen sintético y de origen natural como por ejemplo el piñatex, un tipo de cuero vegetal hecho de fibra de piña. En la medida que te sea posible, elige los naturales porque degradan antes.
- Materiales reciclados. Por ejemplo hay calzado hecho con caucho de ruedas gastadas o con las pieles de pescado que se deshechan.
- Tejidos orgánicos. Las telas de fibras naturales orgánicas (algodón, lana…) se usan a menudo en los acabados interiores. Que estas telas sean orgánicas significa que no se han usado pesticidas en su cultivo y que el origen de las semillas es orgánico no transgénico. Así evitamos mucha contaminación y elegimos lo mejor para nuestra salud.
MADE IN…
- La primera pregunta bajo mi criterio para acercarme al máximo a la sostenibilidad es ¿Dónde se ha fabricado? La respuesta es cuanto más cerca mejor.
Si está hecho en España o en Europa mejor por distintos motivos:
- Por una parte garantizamos los derechos de los trabajadores puesto que las leyes europeas no permiten la explotación extrema y también dan cobertura a las mínimas condiciones de seguridad e higiene.
- Las leyes Europeas limitan el uso y vertido de productos químicos tóxicos al ambiente. La leyes no son ideales pero al menos existen regulaciones. Sabemos que en Asia la legislación es más laxa o inexistente.
- Por otra parte la huella de carbono es menor que la de un zapato que ha sido transportado desde Asia hasta la tienda en Europa.
- Conozco algunas marcas que fabrican en distintos países del continente africano con proyectos de apoyo a comunidades excluidas y desarrollo de la economía de lugares deprimidos. Este factor también vale la pena tenerlo en cuenta.
RECICLAVILIDAD
Este es un criterio de sostenibilidad que se está volviendo cada vez más urgente incorporar a la hora de diseñar calzado. Desechamos 22.000 millones de pares de zapatos cada año y la diversidad de sus materiales hacen que la tierra no pueda degradarlos. Los diseños actuales hacen que sea muy complejo separarlos para poder reciclarlos.
Por suerte ya algunas marcas están creando calzado reciclable al 100% con materiales de origen vegetal, sin cremalleras ni herrajes para facilitar su reciclaje.
PRECIO
El precio debe ser justo. Prefiero comprar un buen par de zapatos al año que 4 baratos que en su recorrido no permitan salarios justos a las personas que hacen posible que lleguen hasta la tienda y que además ni me duren, ni sean saludable para mí, ni para el planeta.
No se trata de comprar caro por comprar, se trata de pagar el valor justo de las cosas y que tengan la suficiente calidad para que pueda amortizarse la cantidad de recursos que se ha invertido en ellos.
Sé que es difícil para los fabricantes cumplir con todos estos criterios a la vez y que para los que queremos vestir sostenible a veces es una locura. Tal y como yo lo veo no es necesario que todo se cumpla a rajatabla, se trata de buscar una buena opción que cumpla cuantos más criterios mejor y que se adapte a nuestras situación vital.
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