Dialogo interno en la cola de una tienda de ropa conocida:
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- Es barato y me gusta, tengo el dinero y me lo merezco…
- Pero… y la explotación…
- Me queda bien. Voy a brillar el sábado en la fiesta… ¿Por qué no voy a comprarla? ¿Para qué paso toda la semana trabajando?
- Ya pero, ¿y la contaminación del agua, y mi salud?
- Por un vestido no pasa nada. Si los que lo tienen que hacer no lo hacen, por qué tengo yo que hacer tanto esfuerzo…
- Las imágenes del documental que vi eran escalofriantes…
- Me queda tan bien, además no tengo ninguno así. Y el sábado todas irán super arregladas. No voy a sentirme bien si no estreno…
- ¡Algún día las que estrenan cada sábado serán las que no son cool!
- Pero mientras tanto…
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Más de una vez me he visto en la cola de una gran cadena de moda peleando conmigo misma, con dos voces interiores enfrentadas. Alguna vez he dejado las prendas y me he ido, otras he salido de allí con mi ropa nueva. Pero la verdad es que ya hace mucho tiempo que, aunque me lleve un vestido nuevo y que me encante, no llego a casa contenta y despreocupada como antaño. Una vez que tienes la información, por mucho que hagas oídos sordos a la vocecita, ya no puedes ser indiferente.
En estos tiempos la culpa y el malestar que nos genera una compra inconsciente y compulsiva empieza a ser mayor que la necesidad de llenar el vacío que grita desde dentro ¡necesitas más!, ¡no eres suficiente!
Te diré algo, la culpa no sirve para nada. Aquí comparto algunas ideas para que puedas gestionarla bien y para ayudarte a cambiar tus hábitos:
- Si te sientes culpable, gestiónalo rápido. Si puedes, ve a cambiar la prenda y, si nó, perdónate rápido porque ese malestar no cambiará nada, ni ayudará a nadie. Date permiso para hacer algo diferente la próxima vez que se te presente la ocasión.
- La culpa sólo tiene una cura: RESPONSABILIDAD. Hay que quitarle peso a esta palabra, ser responsable y cumplir puede ser divertido. Y, sobre todo, nos hace sentir bien y aumenta nuestra autoestima.
- El entorno no facilita el consumo de moda sostenible. Hay pocas tiendas, las que hay no hacen el ruido suficiente como para ser masivamente conocidas. Además, no nos están recordando continuamente en la parada de autobús, youtube, las revistas y la televisión dónde están y qué puedes encontrar en ellas.
- Para conocer las marcas de moda sostenible y mantenerte en tu convicción de ser una consumidora consciente tendrás que ser activa. Y busca darle a tu cerebro esos recordatorios que no están en cada parada de bus. Esto puede ayudarte:
– Antes de comprar, consulta nuestra guía de Tiendas y marcas de moda sostenible. Seguro que algunas encajan con tu estilo.
– Ten en casa Gansos Salvajes Magazine en papel, lo digital es efímero y se evapora, el papel es de largo alcance y, el sólo hecho de verla, te recuerda tu propósito. Encontrarás artículos e imágenes para mantenerte firme en tus ideas. (Por ciento, el viernes que viene saldrá una promo a precio especial)
– Hicimos 13 video-entrevistas a expertas en moda sostenible puedes verlas aquí> (Reto armario sostenible)
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Esto es todo por hoy. Recuerda que cuando vas de rebajas, aunque tu pagues un precio bajo, el coste energético y social es altísimo. Cambiar los hábitos de compra requiere tiempo y un cambio de chip. Ten paciencia contigo misma mientras avanzas sin prisa y sin pausa.
Foto: Bart Paillet
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