Hoy compartimos un artículo que escribió la doctora Odile Férnandez (www.misrecetasanticancer.com) que se publicó en el número de Verano del Magazine Gansos Salvajes. El de Otoño ya está saliendo del horno. Si quieres puedes reservar tu ejemplar aquí.
Alimentación preventiva para cáncer de mama
La Dra. Odile Fernández. Médico de familia especializada en alimentación anti-cáncer nos explica la relación entre el cáncer de mama y la alimentación.
Para que podamos prevenir a través de los alimentos. El cáncer de mama se relaciona con una dieta rica en azúcar, alimentos refinados, grasas y proteína animal. Entre los factores que aumentan el riesgo de padecer cáncer de mama se encuentran el tener la primera menstruación a una edad temprana, llevar una dieta rica en azúcar, alimentos refinados, grasas y carne, el consumo de tabaco y alcohol, la vida sedentaria, el tener la menopausia a una edad tardía y los niveles altos de estrógenos en la sangre.
Ocurre y no es comúnmente conocido, que a mayor consumo de azúcar, alimentos refinados y derivados de la carne, se producen mayores niveles de hormonas femeninas en la sangre (progesterona y estrógenos). La menopausia se presentará de forma tardía y la menarquía temprana y en consecuencia, las hormonas estarán más tiempo actuando sobre el tejido mamario.
Los niveles de estrógenos nos hablan del riesgo de padecer cáncer de mama. El cáncer de mama es un tumor hormono-dependiente. Depende de los niveles anormalmente altos de hormonas sexuales (estrógenos y progesterona) en la sangre. Los estrógenos participan directamente en el proceso canceroso. Una alta ingesta de grasas saturadas en nuestra dieta aumenta en un 13% nuestro riesgo de padecer cáncer de mama. Las mujeres chinas tienen un nivel de estrógenos en sangre de entre 2,5 y 3 veces menor que las europeas y americanas. Esto es debido al tipo de alimentación de cada grupo.
Se puede evitar el riesgo de padecer cáncer de mama mediante el consumo de alimentos que regulen los niveles de estrógenos. Sin embargo, los médicos no solemos dar este tipo de información ni a las mujeres sin cáncer ni a las que ya lo padecen. Principalmente por falta de información. En las facultades de medicina se enseña mucha teoría, muchos conocimientos de fisiología y muchos datos que olvidas tras el examen de turno, pero no nos enseñan medicina preventiva práctica. No nos enseñan que tenemos que investigar constantemente y estar al día de los últimos descubrimientos científicos. Los laboratorios farmacéuticos se encargan de enseñarnos las últimas novedades en cuanto a fármacos se refiere, pero nadie nos habla de cómo influye la alimentación o el ejercicio en el desarrollo y evolución de la enfermedad.
En el caso del cáncer de mama lo que suele hacer la comunidad médica es prescribir durante cinco años un tratamiento con tamoxifeno a las mujeres que lo han padecido. El objetivo del tratamiento es bloquear los estrógenos e impedir que sigan actuando sobre el tejido mamario, y con ello evitar que el cáncer vuelva. Pues bien, a estas mujeres les prescriben durante cinco años un fármaco que como efectos secundarios puede producir cáncer de endometrio y tromboembolismos, pero no les dicen que además de esto dejen de tomar azúcar, carne y productos refinados, y mucho menos que tomen alimentos con fitoestrógenos que regulen los niveles de estrógenos circulantes en sangre. Si se toma el tamoxifeno pero se sigue tomando alimentos que alteran sus hormonas y además no se realiza ejercicio físico, el fármaco tendrá más difícil su labor de regular las hormonas femeninas. Éste es uno de los muchos ejemplos sobre lo que es poner el parche pero no ir a la raíz del problema.
El cáncer de mama y de ovarios se relaciona con cáncer de mama muchos ejemplos sobre lo que es poner el parche pero no ir a la raíz del problema. El cáncer de mama y de ovarios se relaciona con dos genes, el BRCA-1 y el BRCA-2. Cuando existe una mutación en estos genes, las posibilidades de padecer estos dos cánceres aumentan. Esta mutación es heredable y una de cada quinientas personas es portadora de la mutación90. Pero aunque tengamos esta mutación no implica que desarrollemos cáncer. Los factores medioambientales y nutricionales juegan un papel primordial para que estos genes se inhiban o se expresen. La mitad de las mujeres que son portadoras de esta mutación no desarrollan cáncer. Para que se expresen estos genes y se produzca cáncer es necesario que la mujer siga una dieta rica en proteínas animales y azúcares.
Las mujeres que presentan esta mutación se someten de forma anual o bianual a mamografías desde edades tempranas. Al hacer tantas mamografías se detecta el cáncer de mama en estadios tempranos, pero no se previene. Es más, las radiaciones frecuentes pueden aumentar el riesgo de padecer cáncer. Las mujeres que se someten a mamografías frecuentes sólo tienen un índice de mortalidad levemente inferior a las que no se las hacen.
Cuando existe una marcada historia familiar de padecer cáncer de mama, a muchas mujeres se les ofrece la posibilidad de tomar tamoxifeno de forma preventiva e incluso realizar una mastectomía. Pero a ninguna se le ofrece la opción de seguir una dieta sana y equilibrada que regule los niveles de estrógenos. ¿Por qué gastamos tanto dinero en promocionar un fármaco que tiene tantos efectos secundarios y no promocionamos una dieta vegetariana sin productos azucarados? La respuesta es: no interesa económicamente.
También hay sustancias químicas presentes en el medio ambiente que elevan los niveles de estrógenos. Estas sustancias se llaman xenoestrógenos. Entre ellas encontramos las dioxinas y los policarburos. Estas sustancias no se metabolizan y se acumulan en nuestro organismo, en especial en la grasa y en la leche materna, y favorecen la aparición de cáncer. Hay otras sustancias que sí se metabolizan y se relacionan con el cáncer de mama. Son los hidrocarburos aromáticos policíclicos (HAP) presentes en los tubos de escape, en el humo de fábricas y del tabaco, y en los productos derivados del petróleo. Los HAP favorecen la expresión de los genes BRCA-1 y BRCA-2. El consumo de alcohol también se relaciona con el cáncer de mama: por cada 10 g de alcohol que consumamos al día, nuestro riesgo de padecer esta enfermedad aumenta en un 10%.
La ingesta abundante de fibra procedente de las verduras se ha relacionado con una reducción de un 10% en el riesgo de padecer cáncer de mama.
Alimentos más indicados para la prevención del cáncer de mama
Cebolla, ajo, lino, algas, setas, cereales integrales, crucíferas, sésamo, aceite de oliva virgen extra (ideal primera presión en frío), cúrcuma, jengibre, perejil, leche materna, té verde, granada, cítricos, manzana, frutos rojos, melocotón, vino tinto.
Alimentos y estilos de vida que incrementan
el riesgo de padecer cáncer de mama Alcohol, carne, grasas saturadas y animales, azúcar, obesidad, crecimiento y pubertad precoz, menopausia tardía, abortos, no lactar, nuliparidad, sedentarismo, plaguicidas domésticos, insecticidas organoclorados: DDT, DDE
Odile Fernandez es colaboradora de Gansos Salvajes Magazine y ponente en ALQUIMISTAS, nuestro programa de crecimiento para mujeres. Echale un vistazo aquí >
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