La mayor parte de la ropa que usamos está hecha de poliéster, es decir de plástico. El peligro de esto es que el plástico no es biodegradable, el planeta no lo descompone para que vuelva a formar parte del ciclo de la vida.

Cada vez que lavamos una prenda de poliéster se desprenden microplásticos. Y nuestros océanos están llenos de plástico desechado que acaba dañando y sirviendo de alimento tóxico para los peces; peces contaminados y con alteraciones endocrinas que finalmente acabamos comiendo. Si quieres conocer mucho más sobre el tema del poliéster en un artículo anterior hablé sobre él y sobre las implicaciones en la salud desde diversos ángulos.

Ante este problema, empresas creativas y con ganas de mejorar el mundo han desarrollado tecnología y han creado colecciones de prendas deportivas hechas a partir de poliéster reciclado. Es una tarea muy loable; usan plástico de los océanos, redes de pesca o botellas de Pec para crear nuevos tejidos de nuevas prendas. Es una gran idea, también porque ahorra mucha agua (la que requieren los cultivos de algodón u otras materias primas naturales)

No quiero ser alarmista con el tema del poliéster y no creo que la forma de actuar con respecto a la información que tenemos sea erradicar al 100% las prendas de poliéster de nuestro armario.

El plástico es un invento muy práctico que ha facilitado mucho la vida de las personas, el problema es que se abusa de él. El mayor peligro es usarlo para embalajes de un solo uso. Con la ropa de poliéster viene a pasar lo mismo. Es muy práctico para la ropa deportiva, que necesita ir pegada al cuerpo y tener consistencia. El problema, de nuevo, es el abuso. Prácticamente hoy en día todas las prendas que se producen llevan poliéster en su composición y se siguen creando tejidos de poliéster nuevos cuando hay muchísimo en el mundo y existe la tecnología para reciclarlo.

Si lo usamos con moderación, nuestra salud no tiene por qué verse resentida. Vuelvo a lo mismo, comprar lo que necesitamos, alargar su vida todo lo posible y desecharlo a donde pueda reciclarse.

El tema más preocupante es el del lavado. Se estima que las microfibras son la basura plástica más abundante del planeta. Se estima que hay 1,4 cuatrillones de microfibras en los océanos. El 40% se escapan de los sistemas de filtrado de las lavadoras. Por cierto, los gobiernos, en lugar de regular el uso del poliéster para la creación de ropa, presionan a los fabricantes de las lavadoras para que mejoren la tecnología de filtrado del agua. Todo muy lógico.

Ahora voy a proponerte las soluciones que conozco para minimizar los daños del uso del poliéster, porque deshacerte de tus prendas calentitas no es una buena opción hasta que no le hayas sacado todo el partido:

  • Evita las prendas sintéticas en la medida que puedas. Si vas a comprar ropa deportiva nueva elige prendas de fibras naturales y ecológicas. Elige siempre calidad en lugar de cantidad. Aquí puedes encontrar dos marcas de ropa deportiva y térmica ecológica.
  • Si necesitas comprar biquinis, bañadores o ropa deportiva que necesita elasticidad para ser ceñida elige marcas cuya materia prima sea el poliéster reciclado. Como por ejemplo Cabuya o Wear your Waste. Hay muchas más.
  • Para lavar tus prendas de poliéster usa bolsas especiales para el filtrado de microfichas. La marca Patagonia, que crea prendas de poliéster reciclado, diseñó unas bolsas que impedían que estas microparticulas se desecharán con el agua de la lavadora y terminaran en el mar. Las comercializan a precio de costo. Lo he leído en blogs estadounidenses pero en España no he podido encontrarlas. Así que aprovecho para sugerir a las marcas que fabrican con poliéster reciclado que imiten esta iniciativa aquí (y si sabes dónde encontrar estas bolsas, por favor déjame un comentario)
  • Lava las prendas sólo cuando sea necesario. Ahora que sabes las implicaciones que conlleva, ¿No te parece absurdo considerar sucio algo que te has puesto sólo un rato? (en este artículo tienes más información sobre lavado ecológico y en Gansos 7 hay un artículo más extenso y detallado)
  • Evita las lavadoras de carga superior. Se ha demostrado que dejan escapar más cantidad de estas partículas.
  • Utiliza detergentes ecológicos, que contienen tensioactivos naturales como derivados del aceite de coco. Evita los detergentes en polvo o con alto pH. Biobel es una buena opción de detergente ecológico hecho en nuestro país, encuentra la que más te guste a ti.
  • Lava a mano y con agua fría los forros polares y aislamientos térmicos sintéticos. Sé que es muy difícil de encajar en nuestro estilo de vida, pero tenía que decirlo porque es la mejor forma de evitar que se desprendan las partículas.
  • Lava a temperaturas bajas y en lavados cortos. Esto reduce el número de partículas que se liberan.
  • Si vas a usar secadora, úsala a bajas revoluciones.
  • Si puedes evita los tejidos de poliéster al menos en tu ropa interior, pijamas, camisetas interiores y la ropa de cama. Habrás disminuido los riesgos para la salud a la mitad. Aquí tienes algunas marcas de ropa interior, de ropa de cama  y de matas o zapatillas de casa hechas de fibras naturales.
  • Si quieres aprender más sobre vestir con ropa que no dañe tu salud, la del planeta, ni la de las personas que la fabrican y no sabes por dónde empezar, en nuestro CURSO GRATUITO te enseñamos todo lo que sabemos para que lo consigas sin perder tu estilo, ni mucho tiempo con el ensayo error. Apúntate y obtén acceso inmediato >>

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    Foto de portada: Lautaro Andreani on Unsplash

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