A diario, vemos a través de los medios que nos llenan la cabeza de información, cómo un grupo pequeño de personas parece estar dirigiendo el mundo desde el llamado intrínseco de su propósito de vida; creadores, músicos, filántropos, actores, escritores, políticos. Parece haber sido tan fácil y claro para ellos! Pero, ¿qué hay de quienes no aparecemos en las revistas? ¿O en las pantallas de cine? ¿O en la lista de Forbes? ¿Será que solo unos pocos pueden vivir desde el lugar de amplitud que genera saber cual ha sido tu llamado?
La mayoría de nosotros no tenemos ni idea de qué queremos hacer con nuestras vidas. Incluso después de que terminamos la escuela. Incluso después de conseguir un trabajo. Incluso después de estar haciendo dinero.
Definamos entonces “propósito de vida” como la noción cultural (ampliamente aceptada) de que existe una misión divina para cada uno de nosotros y si no la hemos descubierto hasta ahora, pues es muy posible que ya hayamos decepcionado a quien lo puso en nuestra “descripción de cargo”.
Sin embargo, si partimos de la idea que el propósito de vida no está ligado a una carrera profesional, a la fama y en muchos casos tampoco al dinero; sino a conseguir aquello que tiene importancia para ti, el propósito pasa a ser un camino abierto, atemporal e íntimamente personal, que espera por ser descubierto.
Con frecuencia escucho a mis clientes decir, “No se si atravieso una crisis existencial pero me pregunto a diario ¿Qué debo hacer con mi vida? o ¿Cuál es el propósito de mis días?” Cuando en realidad están preguntándose,
¿Qué puedo hacer con mi tiempo en este mundo, que me haga sentir vivo?
Para ayudarte con esta búsqueda, te entrego una serie de preguntas para las que vas a necesitar un poco más que papel y lápiz, pues descubrir aquello que amplifica la sensación de estar vivo, es un ejercicio activo de ensayo y error que solo tú puedes transitar.
- ¿Ya sabes hacer limonada?
Aunque puede sonar pesimista, es un hecho que la vida nos da limones en prácticamente todos los aspectos de nuestro desarrollo. Aquellos que han conseguido vivir plenamente su propósito junto con la amplitud y satisfacción que esto aporta a sus vidas, estoy segura que recibieron muchos limones pero a diferencia del resto, aprendieron a hacer limonada y a tomársela a diario si ese era el sacrificio que tenían que aportar a su causa.
Considerar el nivel de compromiso y tolerancia que tienes para con una meta, revela cuan importante es para ti y que tan cerca está de llenar de vida tus días.
- ¿Cuál de tus intereses personales llenaría a tu niño interior de alegría?
Para responder a esta pregunta, deberás conseguir un espacio en el que te sientas cómodo y generar un ambiente de calma a tu alrededor. Usando el Silencio como instrumento, disponte a visualizar recuerdos y sensaciones de tu niñez, que puedan hablarte de tu relación con el entorno y que de esos fragmentos de tu historia te hacían vibrar con la vida. Si tu niño interior de 8 años te preguntase porqué no te encuentras hoy haciendo algo de esto en tu vida, ¿qué le dirías?
- ¿Qué tan alto es tu sentido de vergüenza?
Si tu propósito de vida te habla de expresarte creativamente a través del arte, debes estar dispuesto al rechazo.
Antes de poder ser bueno en algo debes estar dispuesto a no tener idea de lo que estás haciendo, permitiendo a la vulnerabilidad, el miedo y la frustración tener un lugar en tu proceso de crecimiento. Porque, ¿sabes algo? Si ellos no están presentes, muy probablemente no estés creciendo en dirección a tu llamado de vida.
- ¿Quiénes están en tu lista de llamadas frecuentes?
Si tus anhelos de vida pudiesen estar en la lista de llamadas frecuentes de tu móvil, ¿cuáles serian el 1, el 2, el 3? ¿Cuando fue la ultima vez que los viste y viviste de cerca? ¿Hace cuánto tiempo no tienes contacto con esos fragmentos de ti?
- ¿Ya lo ves?
Ya en este momento, si has seguido leyendo es porque sabes que hay algo en ti que espera por tu atención para incorporarse a tu vida. Si puedes traerlo a tu consciencia, deberías poder sentir su presencia en ti como un sensación corporal de amplitud, electricidad, vacío y expansión, porque cuando la verdad recorre espacios de tu Ser, no solo se limita a la razón sino que también electrifica al cuerpo como vehículo de transmisión de información.
Si estabas esperando otras señales externas, posiblemente tienen mucho tiempo expresándose a tu alrededor, solo que no estabas listo para verlas.
Como práctica final, te invito a sentarte en Silencio durante 10 minutos, permítete hacer un inventario visual de las experiencias que te han hecho sentir plena y llena de vida. Al finalizar, toma papel y lápiz y escribe al menos 20 respuestas a la pregunta: ¿Cómo puedo llenar de vida mis días?
Tu propósito se dará a conocer (probablemente hasta te haga llorar) y esto es para todos los que compartimos esta experiencia contigo, una excelente noticia!
Cierro esta oportunidad de escribirte, concluyendo que el propósito de nuestra vida no es entonces según entiendo, un mandato divino sino el artífice que nos permite encontrar nuestro lugar en el mundo para hacer todo lo que nos recuerde la dicha que es tener la oportunidad de estar vivos.
Catalina Goerke es terapeuta de la rama Contemplativa y Life Coach con amplios estudios en Budismo Tibetano en India. Dedica sus días a guiar a quienes buscan entenderse plenamente, haciendo uso de herramientas de auto-observación y la voz de guía interior que todos habitamos.
Disfruta del Silencio, de viajar sin apuros y de un café donde pueda ver pasar a la gente. Vive en Miami pero ama Barcelona.
Puedes encontrar más información sobre como incorporar la práctica del Silencio en tus días, en su pagina web: inthenameofsilence.co y en Instagram: @inthenameofsilence
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