Bienvenida al episodio dos del podcast ganso. Un espacio dedicado a divulgar información para aumentar tu poder personal. Hoy voy a hablar de sabiduría cíclica. Puedes escuchar el audio al final del texto.

He hablado sobre las implicaciones emocionales y vitales del ciclo menstrual en muchas ocasiones. En Gansos Salvajes hay artículos, entrevistas, audios y por supuesto en la agenda de la mujer perpetua y en la nueva Agenda (que está en el horno).

Por eso hoy me voy a centrar solo en una de las fases, la que percibimos como la más conflictiva, la fase premenstrual y en el mal llamado síndrome premenstrual.

A modo de introducción resumida te diré que el ciclo femenino no son los tres, cuatro o cinco días que estas sangrando. El ciclo es una serie de cambios físicos y emocionales que se suceden cada 28 días aproximadamente en los cuerpos de las mujeres. Estos cambios son propiciados por ciertas hormonas, principalmente la progesterona y el estrógeno. Qué entre otras muchas cosas generan mayor movimiento entre los dos hemisferios del cerebro. Este movimiento se divide en 4 fases:

Fase menstrual – Fase preovulatoria – Fase ovulatoria – Fase premesntrual

Dedicar un tiempo a observar como te afecta cada fase es algo que en algún momento toda mujer que quiera tener una vida eficiente, consciente y con conocimiento de sí misma tendría que plantearse. Usar un diagrama menstrual, o simplemente un diario donde apuntar los cambios que experimentas sostenido durante un mínimo de un par o tres de meses te dará un patrón de valor incalculable. Y siempre que tengas alguna crisis vital es recomendable dedicar unos meses a escribir diariamente con enfoque de cíclico. En la agenda explico cómo hacerlo paso a paso.

El ciclo femenino ha sido tabú, hablar de él estaba mal visto por lo que la sabiduría que trae consigo se ha ido perdiendo. La fase premenstrual es la fase en la que está la llave de tu inconsciente, donde sale lo oculto, la sombra como decía Jung.

Si hay algo en tu vida que no está funcionando, tendrás una fase premenstrual llena de rabia, enfado, tristeza, irritabilidad o sensibilidad extrema. Como he dicho en esta fase nuestra atención se vuelve hacia adentro y comenzamos a ver con lente de aumento todo aquello que no nos gusta de nuestra vida. No es una fase hecha para actuar, sino para observar, para pasar tiempo a solas, para descansar más y apuntar los sueños, para bajar el ritmo y escucharnos. Solo con hacer esto a la mayoría de mujeres sanas les bajan los dolores menstruales y les evita muchos conflictos.

Socialmente está bastante aceptado que unos días al mes las mujeres nos ponemos más sensibles y complicadas. Pero en lugar de entenderlo como una conexión profunda con lo que pasa en su vida y en sus relaciones se ningunea o se trata como una patología.

«Estás en esos días» o «déjala que está histérica» son afirmaciones que todas hemos escuchado en algún momento en el ámbito domestico. En el ámbito médico cualquier molestia física o emocional se soluciona con una receta de la píldora anticonceptiva, que por cierto no es un regulador hormonal como muchas creen sino que es un anulador del ciclo. Si quieres saber más sobre la píldora también pondré un enlace abajo.

Navegando por internet mientras investigaba para los textos de la agenda encontré este artículo con información que me ha dejado horrorizada. Es antiguo pero aún bien posicionado en google publicado en el ABC. Qué puedes leer desde aquí. En el que su titular dice:

Casi uno de cada tres divorcios se debe al síndrome premenstrual de las mujeres.  Y continúa…Un estudio impulsado por la Sociedad Española de Ginecología y Obstetricia advierte sobre la importancia de tratar este trastorno.

La gravedad de las alteraciones que sufren las mujeres que padecen el síndrome premenstrual estaría detrás del 30 por ciento de los divorcios.

Y el resto del artículo habla de la necesidad de ir al médico y recibir tratamiento hormonal para eliminar síntomas como la irritabilidad, la hinchazón. La cosa no difiere mucho del siglo XIX cuando la histeria femenina era una enfermedad que se diagnosticaba y se trataba en muchos casos hasta con lobotomía. ¿Por cierto has visto la película Hysteria? La encuentras en este listado.

No dudo que haya casos que necesiten estos tratamientos, pero lo que no es posible es suministrar hormonas de forma generalizada sin mencionar el estilo de vida de las mujeres de hoy que llevan a sus espaldas la mayor parte de las labores de cuidado de ancianos y niños, de limpieza y logística sin remuneración, además de tener otro trabajo fuera del ámbito doméstico. Los hábitos de alimentación poco saludables, el estrés, la mala alimentación, la contaminación ambiental…

De ninguna forma se interpreta que estas alteraciones en los ciclos de las mujeres son alertas o indicadores sino que se las culpabiliza de ser las responsables de los divorcios. Nosotras estamos más conectadas con la naturaleza y nuestro cuerpo funciona con sus ritmos. Las estaciones, la luna, los ritmos circadianos siempre hay patrones cíclicos de interior y exterior. De acción y pasividad. De nuevo a viejo…

Es urgente que recuperemos un sano orgullo por ser cíclicas porque estos ritmos de la naturaleza nos dan una sabiduría experiencial para transmitir al resto de la sociedad, al resto de nuestra familia. Experimentar distintos niveles de energía nos prepara para la vejez, o la maternindad, para esos momentos en los que seremos vulnerables y necesitaremos del cuidado de otros. Nos enseña que somos interdependientes, que nos necesitamos, que necesitamos cultivar nuestra tribu.

Pero la sociedad de hoy está empeñada en que produzcamos todos cada día por igual, en dar el máximo rendimiento, en prepararnos para la vida adulta y nunca para la vejez. Es una forma de vivir muy ciega y las alarmas en los cuerpos de las mujeres están en rojo. Así que te invito a romper el tabú, a sacar el tema, a compartir este podcast con mujeres a las que les puede venir bien, a conocer tus ciclos. A usarlo como ventaja y no como freno. Hacer de tu ciclo una fuente de creatividad para cambiar tu vida a mejor cada vez que algo no te guste.

Antes de terminar solo decirte que si tienes algún comentario o alguna idea déjalo abajo y si te ha servido esta información, compártela en redes sociales para que pueda servir a otras. Ayúdame a expandir el orgullo de ser cíclicas.

Muchas gracias por estar aquí.  ¡Nos vemos en el próximo episodio!

Tengo un regalo para ti, el «Mini curso, herramientas femeninas para conectar con tu sabiduría y superar limitaciones». Para conseguirlo solo tienes que apuntarte a la newsletter AQUÍ> Además cada viernes serás la primera en enterarte de  que he publicado un nuevo podcast.

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