En este artículo voy a contarte como hacer rituales para Navidad y por qué son poderosos más allá de la magia y el esoterismo. Más abajo tienes 3 ideas para inspirarte.

En nuestra cultura el sentido de los rituales se ha ido perdiendo y el tiempo lo ha cubierto con el velo del olvido. Pero seguimos celebrando bodas, cumpleaños, comiendo uvas en nochevieja y brindando por el año nuevo.

Hay expertos de las culturas ancestrales que aseguran que la perdida de los rituales es un motivo de peso por lo que las culturas occidentales navegan a la deriva. No en vano, las culturas occidentales a pesar de tener más que cubiertas sus necesidades básicas tienen los índices más bajos de felicidad y los más altos de depresión y suicidio.

Yo no sabría decir si esto es así, pero si que me aventuro a afirmar que somos una cultura en la que muchos adultos nos mantenemos en un estado de inmadurez emocional. No hay cortes, ni pasos simbólicos de final de la niñez, final de la maternidad, o entrada en el clan como miembro que da y no solo recibe.

Ha quedado bien claro en este año 2020, como hemos aceptado normas muy cuestionables y recortes de libertades sin resistencia. No hablo de pasar de todo y hacer como si no existiera el problema. Hablo solo de autonomía y de confianza en la responsabilidad individual. No sé, algo como poder elegir no llevar a tu hijo al colegio este año y educarlo en casa, ya que estamos en un estado de alarma, o hacerte una cuarentena para ir a ver a tus padres enfermos. No pretendía meterme en este jardín, lo que quería decir es que nos han tratado como a niños y lo hemos permitido con total naturalidad.

Sé que no es tan sencillo el estado de shock, los cambios y noticias precipitadas ha hecho también su parte. Si te interesa saber más sobre el shock y el manejo de las masas, te súper recomiento el libro la doctrina del Shock de mi amada Naomi Klein.

Volviendo al tema. Los rituales son actos simbólicos que hablan a nuestro inconsciente. En nuestro inconsciente el tiempo no existe y allí podemos seguir siendo niños toda la vida. El lenguaje que maneja es simbólico. A través de un acto como soplar unas velas, comer unas uvas, o colocar unas luces de Navidad estamos hablándole a él. Estamos diciéndole que la Tierra dio una vuelta entera al sol. Que volvemos a empezar, que el tiempo ha pasado, que tenemos un años más. Hacerlo conscientemente marcará la diferencia.

No es tan mágico, aunque también puede serlo, como puede parecer. Un ritual es una conversación con nuestras partes internas más dormidas.

Este año yo voy a poner especial atención en los rituales Navideños. Creo que integrar y cerrar este año de locura me ayudará a abrir un nuevo capitulo de forma más limpia.

Algunos astrólogos dicen que el 21 de noviembre cambiamos de era y pasamos de un ciclo de Tierra a uno de Aire. Algunos dicen que durará 200 años y otros que 20. Pero vamos a mi las dos cifras me parecen altas como para desperdiciar este principio.

Los inicios tienen mucha fuerza. ¿Has faltado alguna vez el primer día de un curso o una formación? A mí si me ha pasado. Cuando llegas el segundo día los grupos se están haciendo, los sitios están cogidos y te cuesta colocarte más tiempo que a los demás.

Voy a compartir tres ideas de rituales. Para mí los rituales no han de ser dogmas, de hecho, lo mejor es inventarlos y adaptarlos a ti. Un ritual tiene dos ingredientes importantes: El símbolo y la intención. Allá voy:

  1. Ritual de cierre de ciclo. Este último mes del año me he propuesto como ritual acabar todo lo que pueda de cosas pendientes. Devolver todo lo que tengo que no es mío. Sacar cosas de casa que no quiero. Estoy viviendo estos días como días de limpieza interna y externa. ¿Y qué hace de una simple limpieza un ritual? La intención. Soltar algo que me pesa dándome el mensaje interior de que estoy liberado espacio y energía para empezar el nuevo año renovada.
  2. Adornar la casa de Navidad con un propósito. Este año he adornado la casa con mi hijo y hemos puesto una intención. Puedes pedir a la Navidad lo que quieras o necesites con tu intención.
    En nuestro caso hemos querido atraer alegría a nuestra casa. Y la hemos escenificado. Hemos puesto música, hemos cantado, hemos bailado, hemos picado cosas ricas mientras poníamos los adornos y hemos hecho el tonto para reírnos. Quizá para otros sea normal, pero nosotros es la primera vez que lo hacemos así. Veremos si el 21 es una año alegre para nosotros.
  3. Balance y deseos de año nuevo. Diciembre es un mes para hacer balance y sobre todo para digerir todo lo que ha pasado este año. Aunque mucho me temo que la digestión se va a alargar. Por estos días suelo escribir en papelitos lo que quiero soltar y lo entierro en la tierra. La tierra es alquímica, transforma la mierda en nutrientes para hacer crecer lo nuevo. Y otro día escribo en papelitos mis deseos para el año nuevo y los guardo en una cajita que no miro hasta el año siguiente. La intención es muy poderosa y clarificar lo que queremos conseguir nos da dirección incluso hasta cuando no nos acordamos. No siempre logro lo que me propongo pero hago este ritual año tras año porque siempre me sorprende y me da perspectiva abrir los papelitos del año anterior.

Y estos son mis rituales. ¿Te atreves a probar alguno? Me encantaría que compartieras algún ritual que te encante de estas fechas. Así nos inspiramos mutuamente. ¡Gracias!

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Author: gansosmag

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